¿Es posible enseñar a coordinar un diálogo filosófico? El lugar de las preguntas en la formación de docentes de Filosofía
Resumen
Vamos a partir de un concepto de filosofía íntimamente ligado a su práxis, y considerar que aprender filosofía supone su ejercicio, esto es, filosofar. Ahora bien: ¿es posible enseñar algo de esta práxis? ¿Podemos motivar en otros la actitud cuestionadora y reflexiva indispensable para hacer filosofía? ¿Es posible aprender a motivar diálogos filosóficos en un aula? El presente taller se propone como una instancia de reflexión en torno al lugar de la pregunta en todo este recorrido de enseñanza-aprendizaje, tanto el que se da en los ámbitos de formación de docentes de Filosofía como en su ejercicio en las aulas escolares.
Enseñar a preguntar parece ser uno de los desafíos a los que nos enfrentamos a la hora de hacer filosofía. El modelo del docente que “no sabe”, debe pensarse a la vez como un docente que “sabe preguntar”, y que es capaz de motivar una actitud interrogativa en sus alumnos. Sólo podemos enseñar a preguntar formulando preguntas, volviéndonos vehículos de los interrogantes de otros y habilitando que el cuestionamiento encuentre un lugar. Sólo podemos habilitar ese lugar si nosotros mismos, como maestros o formadores, estamos abiertos a la pregunta y somos capaces de motivar su despliegue. Enseñar a filosofar, y enseñar a coordinar diálogos filosóficos, supone ser capaces de recibir y encauzar estas preguntas.
Ahora bien, cómo experimentar aquello que inaugura una pregunta o cómo transitarla desde una actitud filosófica, es algo que no puede enseñarse desde una simple didáctica o desde un plan de acción. Afirma Bertollini que la filosofía es ante todo una autodidáctica, y citando a Lyotard, agrega que en este ámbito “no se puede ser un maestro, no se puede amaestrar ese curso. No se puede exponer una cuestión sin exponerse en ella. (....) es preciso filosofar para enseñar a filosofar” (Lyotard, 1996, pág. 116). Así, aprender a formular preguntas que inauguren indagaciones filosóficas es algo que debe ejercitarse junto con otros y debe ser producto de una práxis reflexiva.
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PDFReferencias
Berttolini, M. (2015). La cuestión del interlocutor filosófico como problema en la enseñanza de la filosofía. En A. Celetti, & A. Couló, Aprendizajes Filosóficos (págs. 77-93). Buenos Aires: Noveduc.
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Shap, A.; Splitter, L. (1996). La otra educación. Filosofía para Niños y la comunidad de indagación. Buenos Aires: Manantial.
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