Clemente Estable… en una encrucijada ¿pedagogo, científico o filosofo?

Resumen

En el marco del 3º Congreso de Filosofía de la Educación, en el que se pretende buscar un diálogo interdisciplinario y poder hacer una aproximación filosófica al fenómeno educativo en América Latina. Ciñéndose a la temática de “Las tradiciones de filosofía de la educación en América Latina: desde el norte hasta el sur” y enmarcando este trabajo en la “Enseñanza de la filosofía y filosofía de la educación en América Latina” es que desde Uruguay queremos destacar el trabajo realizado por uno de nuestros referentes educativos, que siendo un pedagogo y científico, abocado a la investigación Biológica, sobresale en materia de Filosofía de la Educación y Pedagogía. Nos referimos a Clemente Estable.

En esta revisión nos limitaremos a rememorar algunos pasajes notables en los que se vierte la perspicacia de quien capta conexiones en lugar de exclusiones. Es así que este artículo pretende presentarlo desde tres aspectos que se entrelazan entre sí que son: Clemente Estable en su contexto; Clemente Estable y sus aportes pedagógicos y por último: el filósofo Clemente Estable.

En la coyuntura actual de la filosofía, buscamos en este artículo hacer una relectura del pensamiento de quien siendo Maestro egresado de Institutos Normales, llegó a ser Doctor Honoris Causa de la Universidad de la República, sin haber hecho estudios formales académicos, sólo cursando como estudiante libre y siendo discípulo de Ramón y Cajal, gracias a haber ganado una beca por sus trabajos de investigación.

Nuestra intención final es leerlo en clave filosófica ya que estamos convencidos de la actualidad y vigencia de su pensamiento: “suscitar el interés por lo que vale, avivar la mente en la dirección de los valores, facilitar el crecimiento y diferenciación del espíritu, favorecer la realización y autonomía de la persona”. Creemos que si esta actitud reflexiva penetrara en el discurso académico de las instituciones educativas y de formación de docentes, se lograría la revalorización del conocimiento, de la vocación y de la autonomía; así la falta de sentido de los aprendizajes daría paso a una educación reflexiva y verdadera.

Es en esta clave y, siguiendo el pensamiento estableano que se pregunta: ¿los buenos ideales son aquellos que arraigan en la roca viva de la experiencia?, ¿qué lugar ocupa la experiencia (praxis educativa) en un diálogo filosófico que siembre una educación promotora   de la reflexión y la vocación?

Raramente se piensa que la rutina amenaza a quienes quisieran prescindir de métodos y de planes; sólo la simplificación (y la generalización de Estable en guerra contra las simplificaciones) impide reconocer  que en la obra de los pensadores es también obra de inteligencias disciplinadas; corregir las desigualdades materiales es una obligación que la sociedad democrática tiene contraída con sus individuos.

Es en estos estilos o modos de practicar el filosofar, donde aparece  implícita una concepción de la filosofía; no tratándose de  un estilo literario en el que el filosofar se expresa  pero a nuestro modo de ver, sobre lo que intentaremos reflexionar, es que el pensar estableano es filosofía en toda su significación.

Palabras clave:

Vocación, pedagogo, científico, filósofo de la educación